viernes, 7 de junio de 2013

¿CONEXIÓN O COMUNICACIÓN? : CAMINO AL ENCUENTRO YO – TÚ





Durante los últimos años, ha habido muchos avances tecnológicos como son los celulares de última generación, las computadoras portátiles (laptop), etc., que intentan reemplazar, extender, o complementar la real comunicación, y a partir de ello  nuestra vida social y afectiva ha cambiado, sobre todo los niños y adolescentes que son “nativos” de esta nueva tecnología, muestran cambios en sus vínculos familiares y/o amistades, no se trata de abolir la nueva tecnología que puede ser muy útil, pero desligarnos de los vínculos puede generarnos dificultades de contacto, creo que allí el problema parte de la persona y de cómo use la tecnología. 

Para Sergio Sinay uno puede estar conectado con muchas personas y eso es lo que facilitan las nuevas tecnologías, pero esto no quiere decir que estén comunicado con ellas, porque la conexión es un hecho tecnológico y en esto ha habido grandes avances, pero la comunicación no es tecnológica, la comunicación es artesanal, la comunicación necesita la mirada, la escucha, la palabra con su silencio y su modulación, necesita la presencia,  el 30 % de la comunicación humana es verbal y el resto no verbal, es decir,  además de lo que decimos y escuchamos uno del otro, nos estamos enviando muchos mensajes que también captamos, aunque no lo estamos procesando en el momento. Todo esto es comunicación, entonces en una comunicación ambos hemos elegido estar aquí y no podemos estar con otras personas en este momento, estamos cada uno con el otro, y cumpliendo una función y hay un compromiso mutuo de cada uno de nosotros, y hemos elegido y hemos priorizado estar aquí, por lo tanto hemos postergado otras cosas, la conexión nos permite hacer todo al mismo tiempo, tener 20 pantallas abiertas, poner algo en facebook y que muchas personas lo  lean, y es bueno y útil, y ha servido para muchos movimientos sociales, pero eso no es comunicación, esa es una herramienta, hoy hay un riesgo que esa herramienta nos convierta a nosotros en herramienta de ella, que se invierta la relación, y que nosotros tenemos que estar todo el tiempo corriendo para estar actualizados respecto a la herramienta; y cuando hacemos eso tenemos que empezar a postergar nuestros verdaderos vínculos, tenemos que postergar actividades cosa que nos interesan mucho, porque tenemos la sensación de quedarnos fuera de esta red de herramienta, nos quedamos afuera del mundo, y no es cierto.

Muchas personas que hoy están conectadas y muy poco comunicadas, y que tienen “amigos” en las redes sociales y muy poco amigos (sin comillas)  en la vida real, que pueden avisarle a miles de personas que hoy es su cumpleaños, pero que tiene pocas personas reales  al cuales invitar a compartir ese día, entonces  lo importante es empezar desde las personas y no desde la tecnología, sino después se puede sumar la tecnología. 

Lo que debemos buscar es el encuentro “humano” y no robotizarnos, ni expresar nuestras emociones con un  ( J ), sino expresarlo directamente con todo lo que involucra nuestro ser por ejemplo: palabras, gestos, miradas, etc. Buber nos habla de la relación Yo – Tú como una forma de vincularnos con el ser humano, en donde se puede dar y aceptar el tú, dado que establecemos el vínculo con el otro  que es capaz de entregarse a nosotros como nosotros a él, donde somos al mismo tiempo sujetos de la relación, donde el objeto no existe; aquí es donde el ser se expresa en el ámbito del lenguaje y es escuchado, cuando logramos hablar con el Tú y que el Tú nos escuche y nosotros escucharlo, la posibilidad de dirigir la palabra al otro, de percibirlo y que nos perciba, de mirarlo y de que nos mire  y de establecer el contacto  tanto físico como emocional. Éste es el diálogo genuino según Buber  en donde no importa si es hablado o silencioso, donde cada uno de los participantes tiene realmente en mente al otro a los otros en su presente y particular ser y se vuelve a ellos con la intención de establecer una vivida relación entre ambos. En el “Yo y Tú” Buber insiste en la idea de que la relación es directa, es unidad y en ella no caben los medios pues el encuentro se da en el momento en que los abolimos. Así ese encuentro se convierte en presente y solamente puede ser presente una relación donde no exista mediatez esa sería el “Yo- Ello”.

Reflexionemos sobre este mensaje profético que se aplica perfectamente en  nuestra generación: “Temo  el día en que la tecnología sobrepase nuestra humanidad, el mundo sólo  tendrá una generación de idiotas” (Albert Einstein)








 
                                                                
Escrito por el especialista en Psicología: Rudy Jaramillo 

                

Para mayor información pueden escribirnos a nuestro correo: Crecetu@hotmail.com





jueves, 4 de abril de 2013


Depresión  en el Niño.

 En la actualidad,  sabemos que la depresión es  uno de los diagnósticos; más frecuentes en la Salud Mental, pero que tanto sabemos de la depresión  en los niños; ¿somos capaces  de darnos cuenta que nuestro niño está deprimido?

Debido al  comportamiento de los niños, es difícil determinar si un niño tiene depresión o es simplemente una corta fase de cierto decaimiento o preocupación. Los niños que están deprimidos pueden decir que están enfermos, negarse a ir al colegio, aferrarse a su madre o padre sin querer soltarlo o comportarse mal en la escuela, con negatividad, mal humor, y sensación de ser incomprendido.  La depresión en los niños es un problema que ha de tomarse en serio para poder proporcionarle el tratamiento adecuado. El primer obstáculo con el que nos encontramos consiste en ser capaces de detectar la depresión. Con frecuencia, los niños sólo son llevados al psicólogo cuando los problemas son muy obvios o perturbadores para los demás. Tales como trastorno por déficit de atención con hiperactividad, oposicionismo, mal comportamiento, etc., sin reconocer que sus problemas de comportamiento se deben a una depresión subyacente.

La depresión en los niños varía según la edad de desarrollo en que se encuentre. Un niño o adolescente no suele decir que se en encuentra triste o deprimido, sino que suele decir que está aburrido, enfadado, harto de todo  o que  simplemente no es feliz.

Podemos distinguir en los niños ciertos síntomas; que nos podrán ayudar a diferenciar una tristeza, de una depresión; entre los síntomas tenemos:


·         Irritabilidad o ira
·         Sentimientos de tristeza y desesperanza
·         Mayor sensibilidad al rechazo
·         Apetito aumentado o disminuido
·         Cambios en el patrón de sueño (duerme mucho o demasiado poco)
·         Llanto
·         Problemas para concentrarse
·         Fatiga y baja energía
·         Sentimientos de culpa e inutilidad
·         Pensamientos de muerte o suicidio




Cabe indicar, que  todos los niños son distintos, y que no todos presentarán los síntomas mencionados, algunos  serán  distintos según el momento y el lugar.

 La mayoría de los niños deprimidos sufren un cambio considerable en sus actividades sociales, pérdida de interés en la escuela y bajo rendimiento escolar o un cambio en su apariencia. Algunos pueden empezar a usar drogas o alcohol, sobre todo por encima de los 12 años y los niños más pequeños también pueden intentar suicidarse.

 
¿Y una vez detectada la depresión en mi niño que es lo que puedo hacer? Los padres a menudo tienden a negar que su hijo o hija pueda estar deprimido; porque piensan que este diagnostico lo convierte a ellos en malos padres; que no han sabido cumplir bien su deber y que tienen mucha responsabilidad en la depresión. Pero, debemos tener en claro que si el problema no es tratado por un especialista,  no desaparecerá solo; si no por el contrario se agravará y  puede traer consecuencias serias.

 Los niños pueden deprimirse ante varias circunstancias y una infinidad de  motivos; algunos niños pueden tener dificultades para relacionarse con otras personas por su  carácter tímido, lo cual puede dar lugar a frustración, soledad, sensación de incapacidad y tal vez depresión. También pueden deprimirse los niños que son rechazados por algún defecto físico, o por no haber aprendido a comportarse del modo adecuado con sus compañeros, así como los niños que son víctima de abuso por parte de sus compañeros u otras personas; etc.

El ambiente en que vive el niño. La responsabilidad en la escuela, las tareas escolares, los problemas con los profesores o con compañeros de clase, etc., pueden estar ejerciendo una presión excesiva en el niño; del mismo modo  El ambiente familiar también puede ser el causante. Los problemas entre los padres son percibidos por sus hijos, quienes se ven afectados por las discusiones entre ellos, los problemas de sus hermanos mayores, todo esto se encuentra en su entorno y de alguna manera afecta sus pensamientos y conductas del niño.

 En todos estos casos, un psicólogo que evalúe con detenimiento el problema puede enseñar al niño las habilidades necesarias para relacionarse y lograr sus objetivos, los comportamientos adecuados, entrenarlo para usar un pensamiento realista y constructivo.; asimismo puede  entrenar a los padres para que aprendan a tratar a su hijo del modo más adecuado en función de su modo de ser, sus preferencias o gustos. Es fundamental entender a tu hijo y saber  cómo llegar a él,  implicarse en sus  actividades que le satisfagan y  conocer a sus amistades.

Para finalizas,  es muy importante recalcar que debe existir  confianza con nuestros hijos, estar constantemente vinculados con sus alegrías, tristezas, logros y fracasos;  y muchas veces ser más un amigo que padres. 

 




     Jashmine Ingrid Fuentes Rusffasce

Especialista del Consultorio Psicológico “CreceTú”




lunes, 18 de marzo de 2013

¡Dale utilidad a tu talento! ¡¡Qué esperas!!



¡Dale utilidad a tu talento! ¡¡Qué esperas!!

Todos nacemos con habilidades la cuales si queremos podemos potenciarlas.
El gran problema de potenciarlas o no es que estamos dotados de unos talentos que ni nosotros mismos los reconocemos.


Simplemente sabemos que eso en razón nos gusta y nos apasiona, pero nunca nos hemos planteado de potenciarlo si bien por varias razones, que pueden ser, el entorno, claramente muy influyente, la autoestima pensando que nosotros mismos no tenemos los suficientes recursos para llevarlo a cabo, los recursos económicos, y un largo etc...

Pero si supiéramos lo poderoso que es el talento, todos nos dedicaríamos a lo que más nos gusta, sería fantástico, trabajaríamos más motivados y mejor. Es por ello lo importante de una orientación vocacional, hago una invitación a todas las escuelas para que potencien este sector y así hacer crecer a los jóvenes y niños estudiantes.


Estoy segura de que si la ética y la moral ocuparan la misma intensidad de horario que las matemáticas y la comunicación, el Perú caminaría hacia un rumbo diferente ya que contaremos con personas realmente comprometidas con sus capacidades y sus talentos que poco a poco irían  desarrollando en el transcurso de sus vidas. 


Está claro que desde pequeños todos tenemos nuestras inquietudes que es donde se originan nuestras pasiones que en un futuro nos fascinarán, por ello estamos hablando en esta sección, no crees que es hora de que te lo plantees??. La felicidad es una decisión; ¿no crees que es el momento de que te decidas a ser feliz con tu talento? ¡Dale utilidad a tu talento!, la vida puede reservarte increíbles cosas.